jueves, 12 de mayo de 2011

capitulo 8






Elena se ha dejado llevar por Enrique, aunque le gusta mucho el príncipe tampoco olvida su misión. Su intención es que la prensa los siguiera pero el guapísimo príncipe se las ingenia en todo momento para darles esquinazo. Entran en un motel. Al darse cuenta que no los siguen, Elena se echa atrás:
--no, no, esto no.
Enrique está a cien.
--venga si esto es lo que querías… --jadea él.
--si pero…
Enrique la besa y así la va conduciendo a una de las habitaciones. Elena está embriaga de él pero a veces tiene ataques de lucidez. Recuerda que tiene que enamorarlo. Mientras Enrique va haciendo que la joven se retuerza de placer con sus caricias.
--déjame --jadea ella.
Enrique se da cuenta que ella lo desea tanto como él, no entiende porque lo rechaza así que sigue. Elena teme que si se acuesta con él de buenas a primera su plan de enamorarlo se estropeé pero le cuesta mucho rechazarlo:
--es un error me arrepentí --jadea ella tratando de huir.
--no eres una santa. Esto te encantará.
Él le hace un strip-tease y ella queda prendada por la pasión del momento. Enrique es demasiado guapo como para ser rechazado. Ella no se resiste al cuerpo desnudo de él y menos a sus lametones íntimos.

Alexander está durmiendo en una especie de celda. La reina entra en ese momento. Lo despierta con calientes besos llenos de pasión. El guapo irlandés aprovecha para dar sus quejas a la reina.
--esto no es lo que me prometieron.
La casi desnudez de él excita mucho a la reina.
--No seas altanero. Estás hablando con una reina.
--pero que la chupas como una prostituta.
La reina lo quiere bofetear pero él la agarra de la mano:
--No salí de mi país pero estar preso en esta inmundicia.
--¿era mejor lo que te esperaba allá? No eres una precisamente un alma de Dios, no has venido aquí de vacaciones. ¡¡Estas huyendo¡¡
--¿y para qué he venido? –le reclama.
--¡¡estás aquí para complacerme¡¡
La reina lo besa pero él trata de rechazarla:
--¡¡yo no soy un juguete¡¡
Raquel lo agarra del cuello:
--¡¡claro que lo eres. Eres mi juguete y si eres inteligente me darás lo que quieres¡¡
En entonces el hombre se lanza sobre la reina como una bestia salvaje.


Enrique sale de la cama y se empieza a vestir. Elena está muy satisfecha.
--¿no te levantas? --le dice él abrochándose los pantalones.
--no, quédate un rato más. Me has dejado agotada. Nunca había tenido un hombre como tú en mi cama.
Enrique la mira halagado:
--pues sí, es un buen motivo de orgullo porque has estado con muchísimos hombres.
Elena se levanta molesta:
--¡¡eres un imbécil¡¡
--No te hagas la ofendida que no te va. ¿¿Que debo opinar de una mujer que se acuesta con el padre y el hijo?
--bueno, es que…. Yo…
Enrique no la deja seguir:
--no me importa. Ya te he dado lo que querías. No me molestes más que la próxima vez no seré tan educado.
Elena lo mira con el rostro desencajado:
--¡¡¿¿de qué vas tú?¡¡ ¡a mi no me puedes tratar como a una prostituta¡¡¡¡has sido tú quien has insistido¡¡yo no quería¡¡
Enrique la mira con cierto desprecio:
--si, ya. Seguro que nunca te ha pasado algo así.
Enrique se dirige hacia la puerta. A ella le gusta mucho ese joven y no desea dejar de tratarlo. También está el hecho que debe enamorarlo. Corre hacia él y lo abraza por la espalda.
--no me hagas esto. ¡¡yo –balbucea sin saber qué decir-- yo me enamoré de ti¡¡me entregué a ti por amor¡¡
Enrique se le ríe y se va. Elena está furiosa. Desde su celular Elena llama a un amigo suyo periodista:
--necesito que vengas. Tengo un titular que te gustará mucho.
Elena sonríe maléficamente:
--¡¡esto te lo voy a cobrar¡¡no se va a quedar así¡¡

Raquel descansa en brazos de Alexander:
--eres el mejor ¡me tienes loca¡¡ ¡¡eres una bestia en la cama¡¡
El guapísimo hombre la mira con reproche:
--¿y por eso me tienes aquí como una bestia?
Raquel recorre con sus manos el fornido pecho de él:
--debes confiar en mi, yo siempre cumplo lo que prometo. Tenías que superar una prueba.
--¿y la he superado?
--con un 100.
Raquel se levanta:
--sígueme.
Alexander provoca el deseo de la reina con su desnudez. Se iba a vestir pero Raquel le golpea la mano:
--deja ya esos harapos. Ya no te hacen falta. Tendrás todo lo mejor. sígueme.
Por el pasadizo secreto Raquel lleva al hombre a su recámara:
--vivirás en palacio a cuerpo de rey solo serás para mi
Alexander siente que ha llegado al cielo.
--tu belleza merece un premio y yo te lo daré.

Emilio da vueltas en la cama. Se siente muy nervioso al pensar que Guillermo duerme al otro lado. Sin saber muy bien porqué sale de su cuarto. Su corazón va a mil. Se para frente al camarote de Guillermo. Una parte de él quiere entrar y jugársela toda y la otra le pide que se vaya.
--¡¡es que lo puedo ver desnudo¡¡ --le dice su lado malo.
--¡¡él te ha ofrecido su amistad como tu hermano. ¿¿es que lo quieres decepcionar??¡¡ --le dice su lado bueno.
Emilio no sabe qué hacer. Toca a la puerta. Guillermo está despierto pero se hace el dormido con la esperanza que el joven se vaya. Emilio siente que el corazón se le va a salir del pecho.
--no le haré nada malo, pero necesito mirarlo sin que él se dé cuenta.
Al ver que entra, Guillermo se iba a tapar pero recuerda las palabras de su madre diciéndole que debe provocarlo y le deja ver su torso desnudo. Emilio se muere de deseo pero se mantiene a distancia. Lo mira con deseo, con amor:
--te amo. Tú nunca lo vas a saber pero daría mi vida por ti. Te amo y ojala seas feliz. Ojala algún día te pueda demostrar lo importante que eres para mi. Más que mi vida.
Emilio mira los labios de Guillermo, desea besarlo pero no se atreve. Se va. Guillermo se siente culpable por estar jugando con los sentimientos de su primo. Su rostro se llena de lágrimas.

Alexander se está duchando en la recámara de la reina. Raquel lo mira con deseo. Luego ella se ducha con él y vuelven a revolcarse juntos en la cama de la reina. Después los dos fuman.
--¿a que nunca te imaginaste en estas?
--No.
--tú y yo haremos grandes cosas.
--no conocer bien tu lengua.
--ya la conocerás --dice ella devorando su boca con la suya.

Es de día, Wenceslao irrumpe en el cuarto de su hijo. Le tira el periódico encima. Enrique que duerme desnudo lo mira con sueño:
--¿¿qué significa esto??
Enrique mira la portada en la que se habla de su romance con Elena. Se enfrenta a su padre:
--¡este periódico es una basura¡¡¿también dijeron que esa tal Elena es tu amante¡¡¿¿es cierto?
--¿te has acostado con esa chica?
Enrique se levanta. Se enfrenta a su padre:
--¡¡sí, le eché el polvo de su vida y ¿¡tú?
Para no contestar a su hijo el rey lo mira molesto y se va. Se refugia en el departamento en el que se ve con Maju. Ella tiene mala cara pero él sólo desea hacer el amor.
--tenemos que hablar --solloza ella.
--luego, luego --jadea él mientras trata de llevársela a la cama.
Maju está muy angustiada y trata de llamar la atención del rey. Muy seria le dice:
--estoy embarazada, espero un hijo tuyo.
El rey se la queda mirando con el rostro desencajado por la sorpresa.

4 comentarios:

  1. Bueno, aquí me tienes... este es el ultimo capítulo posteado, pero, no encuentro el capítulo 6. Muchos enredos en la cama, ¿No tienen otra cosa que hacer en el Palacio? Divertida la escena entre la reina y el irlandés. :) :)

    Es una foronovela fácil de leer y además es entretenida... ¡¡¡Tremenda orgía en la realeza!!! (jajajajajaja)

    Saludos,

    Renzo

    ResponderEliminar
  2. bueno, la verdad es que mucho trabajo no es que hagan ya las familias reales así que bien podía ser esta su actividad principal.

    me alegro que te guste la novela. Si, el 6 ha desaparecido, bueno ahora lo vuelvo a subir. gracias por estar aqui.

    ResponderEliminar
  3. el capitulo 6 me ha aparecido esta mañana como borrador, estos del blogger hacen unas cosas más raras pero bueno almenos no se ha perdido.

    ResponderEliminar
  4. No me acordaba que había leído este capítulo antes... la reina atrapa a Alexander para que se acueste de el, Menudo lío se enteró Enrique que Elena era amante de su padre pero, el tiene otra amante, Maju, y ella está embarazada. Ese rey las quiere todas para el (jejejejeje)

    ResponderEliminar